Operación Casa: “La Decisión”

En este artículo haremos algo muy especial: conversaremos con Elías Sánchez, psicólogo, para presentar una visión conjunta entre los diversos aspectos que implica una decisión.

Decidir es un proceso…

¿Qué es una decisión?

Elías Sánchez: Es el resultado de un proceso mental cognitivo de una persona o un grupo. Este involucra la determinación o certeza de que lo que se elige, es la mejor opción, producto a sus beneficios o resultados.

¿Cuáles son las emociones usualmente involucradas al tomar una decisión?

Elías Sánchez: Las decisiones están mediadas por las emociones, pero no son las que condicionan la toma de decisión. La toma de decisiones es un proceso (deseablemente) del razonamiento, con el propósito de elegir una solución para un problema determinado. Cuando una persona toma decisiones solo desde lo emocional, en realidad no ha elegido, ha reaccionado ante un contexto específico. Las emociones son respuestas automáticas a ciertos contextos para poder lograr una adaptación adecuada, pero sin necesidad de ser mediados por la cognición. Ahora, siempre ante una elección vamos a tener una respuesta emocional, como la tristeza, el miedo, la angustia y la euforia, entre otros. Estos estados emocionales pueden cambiar o distorsionar nuestra percepción de la realidad, por lo tanto, se sugiere tomar decisiones cuando volvemos a un estado de calma o reposo.

Claudio Albornoz: Al introducir nuestra serie de Artículos “Operación Casa”, repasamos que “la casa o casas propias, como cualquier sueño, no son sencillas de lograr, ni aún en las mejores condiciones”. ¿Cómo podemos tomar una decisión si hay tantos factores que no conocemos, dependen de terceros, siendo muy probable que nos equivoquemos?

Elías Sánchez: Cuando tenemos que tomar decisiones en un contexto nuevo, siempre se sugiere que pidamos ayuda a personas con experiencia o con formación profesional. Si nos exponemos a situaciones nuevas, sin contar con estas ayudas, nos expondremos a  estados emocionales que pueden perjudicar nuestra elección. Por ejemplo, el miedo, y las consecuencias negativas de la decisión, o un gran estado de estrés, debido a la  importancia a nivel económico o familiar de la elección.

Reiteramos, confiar en un profesional o alguien con experiencia, va a traer calma y serenidad para elegir de forma racional.

¿Cómo podemos evitar el pánico y concretar una decisión?

Elías Sánchez: El pánico es una respuesta de desborde emocional. Por lo general se da en contextos donde la amenaza a la integridad física o emocional es muy grave. Es un mecanismo de supervivencia innato. El problema es cuando las personas son condicionadas desde pequeño, a sobrerreaccionar por situaciones, que en la realidad no ponen en riesgo la vida o un daño grave.  

Cuando una persona cae en pánico ante una elección, es posible que el estado emocional de las persona esté considerablemente afectada. Este debilitamiento “emocional” puede ser producido por varios factores. Uno de ellos es el nivel de autoestima o confianza. Es decir, un bajo nivel de confianza en sus propias capacidades para tomar decisiones, repercuten en una sensación de que sus elecciones siempre están mal. Esto es fruto de una niñez, que permanentemente fue interrumpida en sus decisiones con críticas o con sobreprotección. Ante este contexto, la persona en ocasiones prefiere que decidan otros, o queda sujeto a la manipulación y al engaño.

Otro contexto, al otro extremo, son los que tienen un perfil más egocéntrico, que sobreestima sus capacidades, y no logra tomar decisiones, debido a que desea todos los beneficios de la elección, pero no está dispuesto a ceder o pagar el costo de sus elecciones.

Claudio Albornoz: ¿Cuál es el rol de la información? ¿Es cierto que mientras más información financiera, legal, comercial, de plusvalía, etc, tomaré una mejor decisión?

Elías Sánchez: En este tiempo (era de la información), no es sabio la sobresaturación de información. Es mejor abogar por una información de calidad, que nos direccione a resolver de mejor forma, con las alternativas que mejor se acomode a nuestro perfil y necesidades personales. 

Claudio Albornoz: Entonces, ¿cuál tendría que ser la información máxima que deberíamos recopilar, con el fin de no ahogarnos en un mar de información?

Elías Sánchez: No se debe caer en el criterio de cantidad, sino de calidad, y de cómo esta puede suplir nuestras necesidades específicas. 

Las decisiones son un proceso del pensamiento, no de la emoción. puedes tener dos estilos de pensamientos, la racionalidad versus la intuición o creatividad. Los racionales usan la lógica y el análisis sistemático de la información, y las creativas usan una perspectiva intuitiva, abarcando aspectos más amplios de la lógica, como el pensamiento analógico o creativo. 

Pero esto no es garantía de éxito. También existen sesgos en el pensamiento que nos pueden llevar a tomar decisiones no beneficiosas. Por ejemplo el Sesgo de confirmación, el sesgo de pensamiento de grupo.

¿Cuáles son las consecuencias emocionales de una buena y una mala decisión?

Elías Sánchez: En términos psicológicos no existirían buenas o malas decisiones, el problema sería no tener la capacidad de tomar decisiones. El proceso de toma de decisiones es un camino de aprendizajes, de experiencias positivas y negativas. EL problema sería la incapacidad de decidir, ya sea por el miedo a asumir la responsabilidad, la cantidad de información que no nos  permite asumir la incertidumbre de la opción correcta, la baja autoestima que nos nos permite confiar en nosotros mismos o la dificultad de manejar el estrés por lo importante de la elección.

Deseamos oír tus comentarios y saber si deseas que escriba sobre algún tema en particular.

Que Dios nos bendiga.

Elías Sánchez, Psicólogo

Claudio Albornoz V., Abogado Tributario

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